Este poema que escribí ha sido publicado en la revista digital Aleteo Poético
en el bosque encantado
de amor andrógino, lógico
es que tiemblen mis piernas.
Recuerdo aquellas lecciones:
si se vive con miedo
se vuelve insípido, errático
el rumbo del cobarde.
De penas o de alegría
no sé bien por qué lloro.
Ofrendo lágrima, acérrima
defensora del alma.
La dádiva es celebrada
con la mano extendida.
El mundo exótico, un lúdico
universo divino.
Palpita el tímido pecho
al ritmo de tambores.
Suspiros mágicos, tácito
el contrato sagrado.